Creo que a todos nos pasa que con el tiempo vamos perdiendo esa capacidad de asombro, dejamos de ser gatos adolescentes y nos convertimos en adultos que viven día tras día de una manera parecida y no se sorprenden por nada.
No es de extrañar que no le dejara dormir, esos ojos son como dos fogonazos que perturban cualquier sueño. ¡¡¡¡ Preciosa foto que bárbaro cuanta nitidez !!!! Un abrazo Ildefonso. Puri
Me chifló este cuento tan mínimo y ese gato tan luminoso y bello, y tan bien fotografiado. Genial.
Añoro tener gato de nuevo, espero que pronto mi vida sea más calma y volver a dejar que unos ojos como esos me despierten o me hagan pensar en el misterio.
Miedo que daba, oye.
ResponderEliminarDe verdad que sí, y que guapos son los gatos (miedo, aparte)
Luisa, que no te dé miedo este angelito... Es eso, un angelito...
EliminarUn abrazo
Preciosa imagen, IR. Su mirada d asombro, a mi, siendo extraordinariamente bella, siempre me da miedo ver un gato así con esa expresión.
ResponderEliminarFeliz tarde
Es un gato muy joven y que, a pesar de ser salvaje, no hace ningun daño
EliminarUn abrazo
Qué ojos más lindos!
ResponderEliminarY no pierde detalle!!
saludos =)))
Es tremenda la curiosidad de los gatos, amiga
EliminarUn abrazo
No hay mirada tan misteriosa e impactante como la de un gato.
ResponderEliminarUn abrazo, Ildefonso.
Cierto, Macondo, en sus ojos luce el brillo del asombro y el misterio
EliminarUn abrazo
Es una fotaza Ildefonso.
ResponderEliminarNo me extraña que esa belleza te quite el sueño.
Besos.
Me alegro, Eme, de que te haya gustado este retrato del gato sin nombre
EliminarUn abrazo, amiga
sin palabras
ResponderEliminarun abrazo por tu arte
Gracias, Recomenzar, por tus palabras
EliminarUn abrazo
Creo que a todos nos pasa que con el tiempo vamos perdiendo esa capacidad de asombro, dejamos de ser gatos adolescentes y nos convertimos en adultos que viven día tras día de una manera parecida y no se sorprenden por nada.
ResponderEliminarAl menos esa metáfora me transmite todo esto.
Salud.
Ay, ya quisieramos mantener la curiosidad inmensa, y la capacidad de asombro, de un gato adolescente...
EliminarUn abrazo, amigo
No es de extrañar que no le dejara dormir, esos ojos son como dos fogonazos que perturban cualquier sueño.
ResponderEliminar¡¡¡¡ Preciosa foto que bárbaro cuanta nitidez !!!!
Un abrazo Ildefonso.
Puri
Dulcinea, todo no deja de ser sino una ensoñación, pero lo cierto es que la mirada del animal produce realmente impresión...
EliminarUn abrazo, amiga
Me chifló este cuento tan mínimo y ese gato tan luminoso y bello, y tan bien fotografiado. Genial.
ResponderEliminarAñoro tener gato de nuevo, espero que pronto mi vida sea más calma y volver a dejar que unos ojos como esos me despierten o me hagan pensar en el misterio.
Un beso,
Cierto, Tesa... Los gatos nos llevan al misterio...
EliminarUn abrazo, amiga
Tan real como la vida misma!! me ha encantado y me ha sorprendido. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Natalia
EliminarUn abrazo
Los ojos siempre sorprenden, por todo lo que pueden decir sin decir nada.
ResponderEliminarUn saludo
En los ojos de los gatos reluce su sorpresa, y nuestra sorpresa ante su mirada
EliminarUn abrazo, Conxita
En el ojos de sorpresa del animal, se refleja todo el mundo, amigo
ResponderEliminarUn abrazo